Actualización de la guia de prevención primaria del ictus de la American Heart Association/American Stroke Association


Dr. Antonio Fornos Garrigós, C. S Picanya.

El pasado mes de octubre se publicaban “on line” las nuevas guías de prevención primaria del ictus de la  AHA/ASA (http://stroke.ahajournals.org/content/early/2014/10/28/STR.0000000000000046) que actualizaban las anteriores publicadas en 2011. El ictus constituye la primera causa de mortalidad entre mujeres españolas y la segunda en varones, contabilizando alrededor de 40.000 muertes anuales, sobre un total de unos 120.000 episodios de ictus/año en nuestro país. Un estudio de casos-controles[1] que incluía 6000 individuos halló que 10 factores de riesgo modificables explicaban el 90% del riesgo de sufrir un ictus.
            La utilización de los nuevos anticoagulantes orales en la prevención del ictus asociado a fibrilación auricular, la automedida de presión arterial en pacientes hipertensos, el empleo de anticonceptivos orales no estrogénicos en mujeres que padecen migraña con aura o la recomendación de la dieta mediterránea para toda la población son algunas de las novedades de esta actualización. A continuación repasaremos los puntos más destacados:
-         En pacientes con fibrilación auricular no valvular y una puntuación CHA2DS2-VASc mayor igual a 2 y un riesgo hemorrágico aceptable se recomienda tratamiento con anticoagulantes orales (Recomendación clase I). Las opciones incluyen warfarina (objetivo de INR entre 2 y 3) (Nivel de evidencia A), dabigatran (Nivel de evidencia B), apixaban (Nivel de evidencia B) y rivaroxaban (Nivel de evidencia B).
-         En pacientes con fibrilación auricular no valvular y una puntuación CHA2DS2-VASc de 1, puede considerarse no realizar ningún tratamiento anticoagulante o antitrombótico (Recomendación clase IIb; nivel de evidencia C). Esta recomendación difiere de  las establecidas en la guía de la Sociedad Europea de Cardiología[2], que recomiendan tratamiento antitrombótico en estos pacientes (recomendación de clase IIb; nivel de evidencia A) y en la guía NICE[3].
-         En pacientes con fibrilación auricular no valvular y una puntuación CHA2DS2-VASc de 0 no es recomendable realizar tratamiento antitrombótico o anticoagulante (recomendación de clase IIa; nivel de evidencia B)
-         En cuanto a hipertensión, la guía recomienda objetivos de tensión arterial en todos los pacientes hipertensos de 140/90 mmHg, independiente de la edad de los mismos (recomendación de clase I; nivel de evidencia A), punto controvertido este ya que la muchas guías de hipertensión recomiendan objetivos de TA más laxos en pacientes mayores. La reducción de las cifras de TA hasta alcanzar objetivos es más importante a la hora de reducir el riesgo de ictus que el fármaco o fármacos que empleemos, y la elección del mismo se debe realizar en función de las características del paciente (recomendación de clase I; nivel de evidencia A). La principal novedad en este tema es la recomendación de la automedida de la tensión arterial para mejorar el control de la misma (recomendación de clase I; nivel de evidencia A).
-         Dislipemias. Se recomienda la utilización de estatinas, junto con modificaciones en el estilo de vida,  para la prevención primaria del ictus en pacientes de alto riesgo cardiovascular a 10 años (recomendación de clase I; nivel de evidencia A). El tratamiento de la hipercolesterolemia con otros fármacos no-estatinas como fibratos, secuestradores de sales biliares, ezetimide o niacina solo debe considerarse en pacientes que no toleran las estatinas, sin que se haya establecido su eficacia en la prevención de ictus (recomendación de clase IIb; nivel de evidencia C)
-          Antiagregantes. El uso de aspirina como profilaxis cardiovascular, a dosis bajas es razonable en personas con alto riesgo cardiovascular, y cuyo riesgo es lo suficientemente alto para que los beneficios sobrepasen los riesgos asociados (recomendación de clase IIa; nivel de evidencia A). No se recomienda su uso de pacientes diabéticos (recomendación de clase III; nivel de evidencia A) ni en pacientes con enfermedad arterial periférica (recomendación de clase III; nivel de evidencia B). El empleo de aspirina en prevención primaria de enfermedad CV continua siendo muy controvertido. El empleo de escalas de riesgo como SCORE, REGICOR o la más reciente de la AHA/ACC puede ser útil para valorar el riesgo de ictus en un contexto holístico, pero más difícil de trasladar a individuos en concreto. Por lo tanto es muy difícil saber en qué pacientes el balance riesgo/beneficio se inclina hacia este lado. Puedes encontrar más información en ”Antiagregación en Atención Primaria”[4]
-         Varios: Se recomienda la dieta mediterránea suplementada con frutos secos para disminuir el riesgo de ictus (recomendación de clase IIb; nivel de evidencia B). En mujeres que padecen migraña con aura debe considerarse la utilización de anticonceptivos no estrogénicos. (recomendación de clase IIb; nivel de evidencia B)
Evidentemente la guía es mucho más amplia y contiene muchas mas recomendaciones que las que hemos comentado en este blog, por lo que recomendamos su lectura completa.




[1] O’Donnell MJ, Xavier D, Liu L, Zhang H, Chin SL, Rao-Melacini P, et al INTERSTROKE Investigators. Risk factors for ischaemic and intracerebral haemorrhagic stroke in 22 countries (the INTERSTROKE study): a case-control study. Lancet. 2010;376:112–123.
[2] 2012 focused update of the ESC Guidelines for the management of atrial fibrillation. European Heart Journal doi:10.1093/eurheartj/ehs253.
[3] NICE clinical guideline 180. guidance.nice.org.uk/cg180
[4] Antiagregacion en Atención Primaria. http://www.svmfyc.org/files/Grupos%20de%20Trabajo/Cardiovascular/GUIA-Antiagregacio%CC%81nAP-SVMFiC.pdf

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