Efectividad de las escalas de riesgo cardiovascular en la reducción de la morbimortalidad cardiovascular: solo sé que no se nada.
Desde que en 1991 se publicaran
los resultados de la primera escala de riesgo cardiovascular, a partir de los
resultados del estudio Framingham (1), hasta la publicación de las ultimas
guías de prevención cardiovascular (2, 3), has surgido múltiples escalas de riesgo
cardiovascular, algunas muy utilizadas en nuestro medio como son el REGICOR o el SCORE y recomendadas en las
guías anteriores, como estrategia para planificar las estrategias terapéuticas
de los diversos factores de riesgo
cardiovascular.
En la entrada
de este blog ¿Es
útil calcular el riesgo cardiovascular a nuestros pacientes en prevención
primaria?, ya se revisaba la utilidad de las tablas en el control de los diferentes
factores de riesgo cardiovascular y eventos cardiovasculares, sin embargo poco
sabemos sobre la efectividad de su utilización para reducir la morbimortalidad
cardiovascular y/o mortalidad global. Recientemente se ha publicado una revisión sistemática al
respecto (4). En este estudio los autores llevan a cabo una revisión
sistemática de revisiones anteriores sobre el impacto en la salud de los
pacientes de la utilización de las escalas de riesgo cardiovascular.
El protocolo de estudio se
registró en PROSPERO (CRD42015019821). La estrategia de búsqueda incluyó
artículos de Cochrane Library, EMBASE,
MEDLINE, y CINAHL desde Enero 2005 hasta Octubre del 2016. Sin restricción de idiomas. Se complementó la búsqueda
manualmente y con literatura “gris”.
Se incluyeron aquellos artículos con
datos de pacientes adultos sin historia de enfermedad cardiovascular en los que
se hiciera una valoración global del riesgo cardiovascular. Como resultados
principales se midieron la morbilidad cardiovascular y la mortalidad total y
como resultados secundarios la presión sistólica, el nivel de colesterol y el
tabaquismo.
La selección de los estudios,
extracción de los datos y la valoración de la calidad de los mismos se realizó
en 2 fases. En la primera se valoraron
las revisiones sistemáticas para
su inclusión y en las segunda se revisaron los estudios primarios incluidos en
las revisiones seleccionadas.
Siguiendo una rigurosa
metodología seleccionaron los estudios a incluir y extrajeron los datos y
características principales de los estudios.
Se revisaron 6877 estudios para
su inclusión de los cuales 6727 fueron excluidos en base a la revisión del
título y abstract, incluyéndose 150 estudios, de los cuales sólo 6 cumplían los
criterios de inclusión. Estas revisiones
incluían 122 estudios primarios, de estos 16 cumplían con los criterios de
inclusión, sin embargo ninguno incluía como resultados morbimortalidad
cardiovascular o mortalidad total. 12 estudios incluían como resultado la
tensión arterial, 10 las cifras de colesterol y 9 el hábito tabáquico,
encontrándose en varios estudios un efecto positivo en estas variables. Ningún estudio duro más
de 36 meses, siendo la media de 12 meses de duración.
Los autores concluyeron que
aunque se observaron reducciones en tensión arterial, hábito tabáquico y
colesterol clínicamente poco relevantes por el pequeño efecto y la corta
duración y los más importante NO EXISTE EVIDENCIA ACTUALMENTE SOBRE LA
EFECTIVIDAD DE LAS TABLAS DE RIESGO CARDIOVASCULAR EN LA DISMINUCION DE LA
MORBIMORTALIDAD CARDIOVASCULAR Y/O MORTALIDAD TOTAL.
Vemos, una vez más como seguimos
tomando decisiones en base a variables subrrogadas como puede ser el riesgo
cardiovascular. Probablemente sería más beneficioso empezar a validar la
efectividad de estas tablas en la prevención de la morbimortalidad
cardiovascular con el fin de determinar si existe realmente un beneficio en
prevención primaria, a partir de qué riesgo y con qué esquemas terapéuticos.
(1) Keaven
M.AndersonPhDabPatricia
M.OdellPhDabPeter
W.F.WilsonMDabWilliam
B.KannelMD, MPHabCardiovascular disease risk profiles. Am Heart J. 1991:121:293-298
(2) M.F. Piepoli,A.W. Hoes,S. Agewall,C.
Albus,C. Brotons,A.L. Catapano. 2016 European guidelines on cardiovascular
disease prevention in clinical practice: The Sixth Joint Task Force of the
European Society of Cardiology and Other Societies on Cardiovascular Disease
Prevention in Clinical Practice (constituted by representatives of 10 societies
and by invited experts). Developed with the special contribution of the
European Association for Cardiovascular Prevention & Rehabilitation (EACPR).
Eur Heart J, 37 (2016), pp. 2315-2381 http://dx.doi.org/10.1093/eurheartj/ehw106
(3) Brotons Cuixart C,
Lobos Bejarano JM. Nuevas guías europeas de prevención cardiovascular y su
adaptación española. Aten
Primaria 2017;49:201-3. DOI: 10.1016/j.aprim.2017.03.002
(4) Collins DRJ, Tompson AC,
Onakpoya IJ, Roberts N, Ward AM, Heneghan CJ. Global cardiovascular risk
assessment in the primary prevention of cardiovascular disease in adults:
systematic review of systematic reviews. BmJ Open
http://dx.doi.org/10.1136/bmjopen-2016-013650.
Autora:Victoria
Gosalbes Soler. Médico de
Familia. C.S Salvador Pau
Foto: Antonio Fornos
Buen trabajo Viki!
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