Nuevas evidencias en seguridad cardiovascular de los fármacos antidiabéticos
La obligatoriedad impuesta por la
FDA de realizar estudios de seguridad cardiovascular en los fármacos
antidiabéticos va generando un goteo incesante de ensayos clínicos que nos van
aportando evidencias que deberían permitir hacernos una idea de cuál debe ser
el papel que debe ocupar cada fármaco en ese disputado segundo escalón de
tratamiento, siempre por detrás de la nunca bien ponderada metformina. Hoy
traemos a colación el último estudio publicado,
en este caso con exanetide semanal, así como una actualización del
informe de la Agencia Canadiense para Fármacos
y Tecnología en Salud (CADTH, por sus siglas en inglés). Comenzaremos por este último.
El objetivo de este nuevo informe del CADTH (https://www.cadth.ca/new-drugs-type-2-diabetes-second-line-therapy-recommendations-report)
es actualizar su informe previo de 2013, ya que desde entonces han aparecido
nuevos fármacos, incluso nuevos grupos terapéuticos. El informe pretende contestar a tres preguntas
clínicas: 1) ¿En diabéticos tipo 2 en monoterapia con metformina e inadecuado
control glucémico, cual es la eficacia y seguridad comparadas de usar como
fármaco de segunda línea alguno de las siguientes familias: sulfonilureas,
Insulina, Inhibidores DPP-4, análogos GLP-1 o inhibidores SGLT-2? 2) ¿Cuáles
son los efectos cardiovasculares comparados de las siguientes familias de fármacos:
Insulina, Inhibidores DPP-4, análogos GLP-1 o inhibidores SGLT-2? Y por último
3) ¿en pacientes adultos con mal control glucémico en monoterapia con
metformina cuál es el coste-eficacia comparado de las siguientes familias de fármacos:
sulfonilureas, Insulina, Inhibidores DPP-4, análogos GLP-1 o inhibidores SGLT-2
como fármacos de segundo escalón? Por razones evidentes nos limitaremos a
comentar la segunda cuestión clínica. Esta revisión terapéutica se llevó a
mediante una revisión sistemática donde se incluyeron ensayos clínicos
realizados en pacientes con DM tipo 2, bien con control inadecuado con
metformina o de alto riesgo cardiovascular, que incluían tratamiento con un
fármaco antidiabético oral o inyectable o
insulina y que reportaban algunos de los resultados de interés. Se
extrajeron 37 resultados finales, que incluían desde valores de HbA1c, tensión
arterial, peso, índice de masa corporal,
y por supuesto resultados
cardiovasculares a largo plazo (eventos cardiovasculares mayores, mortalidad
cardiovascular, mortalidad global, etc.)
Una vez extraídos estos resultados de los ensayos clínicos seleccionados se
llevó a cabo un meta-análisis en red (MAR) de cada uno de los resultados extraídos. Para responder a la
cuestión de cuál es la eficacia cardiovascular comparada de los diferentes
fármacos antidiabéticos se analizaron los datos de 17 ensayos clínicos, la mayoría de los cuales
incluía pacientes en pacientes de alto riesgo cardiovascular o en prevención secundaria. Se extrajeron 13 resultados finales para los
que se realizó un MAR para las comparaciones entre clases. Los resultados de
esta comparativa fueron:
Eventos cardiovasculares mayores
adversos. 5 ensayos clínicos, 50.140 participantes. No hubo diferencias
significativas entre los diferentes fármacos entre sí ni comparados con
placebo. Esta variable compuesta incluye mortalidad cardiovascular, IAM no
mortal, ACVA no mortal.
Mortalidad
total. 8 ensayos clínicos, 66.311 participantes. Los inhibidores SGLT-2
reducen de forma significativa el riesgo de mortalidad cuando se comparan con
placebo (OR 0.67; IC 95 % 0.47 a 0.95) o con los i-DPP4 (OR 0,66, ICr 95 % 0.45
a 0.99).
Mortalidad CV. 6 ensayos clínicos, 30.439
participantes. Ninguno de los fármacos incluidos en el análisis reducen de
forma significativa el riesgo de mortalidad CV cuando se comparan
entre ellos o con placebo.
Hospitalización
por Insuficiencia Cardiaca. 5 ensayos clínicos, 51.246 participantes. Los datos fueron
insuficientes para concluir que alguna de las clases de fármacos redujera de forma significativa este
resultado comparada con las otras clases o con placebo.
En resumen, un
excelente análisis, llevado a cabo con una metodología robusta y que nos deja
una perla final: la recomendación de las
sulfonilureas como fármaco de elección en pacientes en prevención primaria y
mal control metabólico con metformina en monoterapia.
El pasado mes de septiembre el NEJM publicaba el estudio EXSCEL (http://dx.doi.org/10.1056/NEJMoa1612917)
era evaluar la eficacia y seguridad cardiovasculares de exanetide semanal en
pacientes con DM 2. Se trata de un
ensayo clínico pragmático, doble ciego, randomizado frente a placebo. Se seleccionaron
pacientes con DM 2, a los que se permitía recibir hasta tres fármacos antidiabéticos
orales o insulina más dos fármacos antidiabéticos orales. Los principales criterios de exclusión
fueron: historia de dos o más
hipoglucemias graves en los 12 meses previos, filtrado glomerular <
30 ml/min/1,73 m2, historia
familiar o personal de carcinoma medular de tiroides o neoplasia endocrina múltiple
tipo 2, calcitonina basal > 40ng/ml, o tratamiento previo con
aGLP-1. La variable principal de
eficacia fue la habitual, es decir eventos cardiovasculares mayores adversos
(ECMA), que incluye mortalidad cardiovascular más IAM e ictus no mortales. Se establecieron variables
secundarias y el análisis se llevo a cabo por intención de tratar y per protocol. No
hubo periodo de “lavado” previo. El
estudio fue financiado por Astra-Zéneca
En total se incluyeron 14.752
personas, de las cuales un 73,1 % tenían una enfermedad cardiovascular
establecida. Los pacientes se aleatorizaron, 1:1, a recibir una dosis de exanetide 2mg semanal
o placebo. La mediana de tiempo de
evolución de la diabetes fue de 12 años. El seguimiento medio fue de 3,2 años. El 11,4 % del grupo de
intervención presentó la variable principal frente a un 12,2 % en el grupo de
control (HR 0,91, IC 95% 0,83 a 1,00; p= 0,061). Con respecto a las variables
de seguridad incluidas en el estudio los resultados más relevantes fueron:
eventos adversos graves 16,8 % en el
grupo de exanetide frente a un 16.6 % en el grupo de placebo, pancreatitis 0,4 % frente a 0.3 %, neoplasias 4,8 % frente 4,9 %, hipoglucemias
graves 3.4 % frente 3,0%. Ninguna de estas diferencias fueron estadísticamente
significativas. Los autores concluyen que en pacientes con DM 2 con o sin
antecedentes de enfermedad cardiovascular la incidencia de episodios
cardiovasculares graves no fue significativamente diferente entre los tratados
con placebo o exanetide semanal.
En
resumen: en este ensayo clínico exanetide semanal demostró ser no inferior a
placebo en cuanto seguridad cardiovascular,
sin embargo tampoco pudo demostrar ningún beneficio cardiovascular, al
contrario de lo que ocurrió con liraglutide en el estudio LEADER (http://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa1603827#t=article).
Autor: Antonio Fornos Garrigós. Médico de familia. Subdirector Atención Primaria Departamento Valencia-Hospital General.
Foto: Antonio Fornos
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