¿Sabemos actuar ante complicaciones o circunstancias adversas en pacientes con Fibrilación Auricular No Valvular anticoagulados con NACOs?


En la valoración integral de un paciente anticoagulado con nuevos anticoagulantes orales (NACOs) por una fibrilación auricular no valvular (FANV) hay que tener en cuenta una serie de factores; por un lado el cumplimiento terapeutico, el balence de riesgo de hemorragía y de tromboembolismo, la existencia de medicación concomitante, efectos secundarios que puedan presentar, y valoración de función renal y hepatica del paciente.
Sin embargo, a pesar de un buen control, se pueden presentar determinadas circunstancias que debemos saber afrontar.

¿Cómo manejamos una complicacion hemorrágica en un paciente con FANV anticoagulado con NACO?
La evaluación inicial de una hemorragia en un paciente anticoagulado debe incluir:
- Evaluación de la zona de sangrado, presentación y gravedad de este.
- Momento de la última toma de NACO y otros fármacos antitrombóticos.
- Otros factores que influyen en el riesgo de sangrado: ERC, abuso de alcohol, medicación concomitante.
Las pruebas de coagulación no proporcionan demasiada información salvo el TTPa en pacientes que reciben dabigatrán. Existen pruebas de coagulación más específicas, como el tiempo de trombina diluida (HEMOCLOT) para el dabigatrán y el test de calibrado cuantitativo del antifactor Xa para los inhibidores del factor Xa. Sin embargo, estas pruebas no siempre están disponibles y no suelen ser necesarias a la hora de iniciar el tratamiento de un sangrado.
Ante un sangrado menor, se realizarán medidas de apoyo (compresión mecánica o cirugía menor para lograr hemostasia).
Puesto que la vida media de los NACOs se encuentran en torno a las 12 horas, tras interrrumpir la dosis de este, en 12-24 horas se conseguirá una mejoría de la hemostasis ( se suspende la siguiente dosis de NACO o se espera 1 día).

En sangrados moderados, se podría requerir transfusión sanguínea y reemplazo de fluidos. Si última dosis de NACO reciente ( < 4 horas), se administrará carbón activado o se realizará lavado gástrico.  Si el NACO administrado es dabigatrán se podría realizar diálisis.
En sangrados graves o potencialmente mortales, está indicado la reversión inmediata del efecto antitrombótico. En el caso de dabigatrán existe un antídoto, el idarucizumab 5 gr iv, que revierte su efecto rápidamente. El andexanet alfa, es un factor Xa humano recombinante que revierte la actividad anticoaguladora de los antagonistas del factor Xa a los pocos minutos y mientras dure la transfusión.
En caso de no disponer de antídoto específico, esta indicada la administración de concentrados de complejo de protrombina de 4 factores (CCP) 25 U/Kg.

¿ Qué hacer ante un paciente anticogulado con NACO por una FANV que se le va a realizar una intervencion?
En nuestra práctica habitual las dudas se multiplican:
¿Cuánto tiempo antes de la intervención hay que suspender el NACO? ¿Es necesaria una anticoagulación puente? ¿ Cuándo se puede reintroducir con seguridad? ¿ Durante cuánto tiempo se puede suspender con seguridad? ¿ Qué diferencias existen entre los distintos NACOs?
La evidencia sobre la que se basa la toma de decisiones es escasa, sin embargo, de esta se puede extraer que NO se recomienda el uso de la anticoagulación puente con HBPM de forma sistemática en estos pacientes, puesto que aumenta considerablemente el riesgo de sangrado. Además la desaparición predecible de su efecto anticoagulante según la función renal que presente el paciente, permite una interrupción programada de corta duración antes de la cirugía y un reinicio del tratamiento después.
¿Cuando hay que suspender el NACO?
Esto va a depender del tipo de intervención que se le va a realizar, dividiendo esta en función del riesgo hemorrágico (aunque siempre es preciso tener en cuenta los factores individuales relativos al riesgo hemorragico y tromboembólico).
1. Intervenciones que no requieren necesariamente la interrupción de la anticoagulación:
1.1. Intervenciones dentales: Extracción de 1 a 3 piezas dentales, cirugía periodontal, drenaje de absceso, colocación de implante.
1.2. Oftalmología: Intervención de cataratas o glaucoma.
1.3. Endoscopia sin cirugía.
1.4. Cirugía superficial (p. ej. drenaje de absceso, extirpaciones dermatológicas                         pequeñas... )
 2. Intervenciones con riesgo hemorrágico bajo:
2.1. Endoscopia con biopsia.
2.2. Biopsia de próstata o vejiga urinaria.
2.3. Estudio electrofisiológico o ablación por radiofrecuencia percutánea para una taquicardia supraventricular (incluida la ablación de lado izquierdo a través de una sola punción transeptal).
2.4. Angiografía.
2.5. Implantación de marcapasos o DCI (a no ser que haya un contexto anatómico complejo, p. ej. cardiopatía congénita).
3. Intervenciones con riesgo hemorrágico alto:
3.1. Ablación de lado izquierdo compleja (aislamiento de vena pulmonar; ablación de TV)
3.2. Anestesia raquídea o epidural; punción lumbar diagnóstica
3.3. Cirugía torácica
3.4. Cirugía abdominal
3.5. Cirugía ortopédica mayor
3.6. Biopsia hepática
3.7. Resección transuretral de próstata
3.8. Biopsia renal
Para intervenciones sin un riesgo hemorrágico clínicamente importante, la operación puede realizarse en el momento de la concentración mínima (valle) del NACO (es decir, 12 o 24 horas después de la última toma, según se administre el fármaco dos veces al día o una vez al día). Puede resultar más práctico programar la intervención de 18 a 24 horas después de la última toma, y reiniciarla luego 6 horas después, es decir, saltándose 1 dosis para el NACO administrado dos veces al día.
Para las intervenciones con un riesgo hemorrágico de carácter menor o mayor, se recomienda suspender los NACOs 24 o 48 horas, respectivamente, antes de la operación electiva en los pacientes con una función renal normal. Estos intervalos de tiempo deben prolongarse en caso de disfunción renal, especialmente para dabigatrán.



¿Cúando reiniciaremos el NACO?
En aquellas intervenciones que conlleven inmovilización, se podría administrar HBPM a dosis intermedias, unas 6-8 horas despues de la operación. El inicio de los NACOs se retrasa hasta 48-72 horas después.
En aquellas intervenciones con una hemostasia inmediata y completa, el NACO podría ser administrado a las 6-8 horas tras la intervención, sin embargo, en la mayoría de las intervenciones quirúrgicas la reanudación de la anticoagulación a dosis plenas en las primeras 48-72 horas, puede comportar un riesgo hemorrágico que podría superar al cardioembólico.

Bibliografía:
1. Guía ESC 2016 sobre el diagnóstico y tratamiento de la fibrilación auricular, desarrollada en colaboración con la EACTS. Rev Esp Cardiol. 2017;70:50.e1-e84 - Vol. 70 Núm.01 DOI: 10.1016/j.recesp.2016.11.014
2. Hein Heidbuchel, Peter Verhamme, Marco Alings, Matthias Antz, Hans-Christoph Diener, Werner Hacke, Jonas Oldgren, Peter Sinnaeve, A. John Camm, and Paulus Kirchhof. Updated European Heart Rhythm Association    practical guide on the use of non-vitamin-K antagonist anticoagulants in patients with non-valvular atrial fibrillation: Executive summary—Revision 1. European Heart Journal Advance Access published June 9, 2016.

Autora: Ana Isabel Seoane Novás. Residente 4º año de Medicina de Familia y Comunitaria en CS. Ingeniero Joaquin-Benlloch.
Foto: Antonio Fornos.

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