CONSUMO DE CERVEZA Y RIESGO CARDIOVASCULAR



Gemma María Canales Esteve. Residente de 4º año de MFyC

El consumo excesivo de alcohol es perjudicial para la salud como no podría ser de otro modo. No obstante, existe evidencia suficiente basada en estudios observacionales que sugiere que el consumo moderado de alcohol actúa como factor protector en cuánto a la mortalidad global, sobretodo cuándo nos referimos a la cardiopatía isquémica. Parece ser que el mecanismo antiesclerótico estaría relacionado con la modulación que ejerce en el metabolismo lipídico, la actividad plaquetaria, el estado inflamatorio y los factores protrombóticos.
Este balance de riesgo o beneficio está en entredicho en la actualidad. No obstante, parece ser que cuando nos referimos a bebidas fermentadas como la cerveza o el vino (con una mezcla heterogénea de componentes no alcohólicos) si parece ofrecer cierto beneficio cardiovascular, y más cuando lo comparamos con el consumo de bebidas espirituosas.
Como sabemos la cerveza es una bebida fermentada, elaborada a partir de ingredientes naturales (cebada) que contiene vitaminas y minerales, además de ser fuente de compuestos bioactivos como los polifenoles. Existen ensayos (1) que muestran que el consumo diario durante cuatro semanas de cerveza tradicional y cerveza sin alcohol se relacionan con la determinación de isoxanthohumol en la cosa que no ocurre en aquellos que consumían bebida destilada. El xanthohumol y el isoxanthohumol, contenidos en la cerveza, son compuestos polifenólicos antioxidantes que pueden reducir el estrés oxidativo, funcionan como antiinflamatorios y podrían ayudar a la formación de nuevos vasos sanguíneos, así como a la cicatrización de heridas.
En éste sentido, y con el objeto de evaluar el beneficio cardiovascular, se publica un artículo en Nutrients que versa acerca del beneficio de consumo moderado de cerveza.

Se trata de un ensayo randomizado y abierto en el que se compara 2 brazos con 4 semanas de periodo de intervención. En una primera fase se administra cerveza con alcohol a un brazo y sin alcohol al otro. Posteriormente y tras un lavado de 4 semanas se realiza la intervención a la inversa en ambos brazos. 



Fig. 1. Diseño del estudio


El objetivo del estudio es valorar el beneficio del consumo moderado de cerveza en pacientes con sobrepeso o obesidad tipo I pero con bajo riesgo cardiovascular, más concretamente los cambios en cuánto el peso, el efecto en las lipoproteínas plasmáticas y la función endotelial.

Los resultados objetivaron que el consumo moderado de cerveza (con o sin alcohol) definido como 2 copas al día en varones y 1 en mujeres no modificaba los marcadores de función hepática o renal, aunque si mejora de forma significativa las propiedades antiescleróticas de las moléculas de HDL, como la prevención de la oxidación de LDL y la inducción del eflujo de colesterol desde los macrófagos.


Una de las principales dudas que se planteaban los autores era en cómo podía influir el consumo en el peso de los enfermos, observando al igual que en otros ensayos previos, que el consumo moderado no suponía cambios significativos en los valores antropométricos.
               Por otro lado, mientras que el consumo excesivo de alcohol se relaciona con el desarrollo de HTA y fibrilación auricular, el consumo moderado de cerveza con alcohol, no modificó la glucemia ni afectó a los niveles plasmáticos de enzimas hepáticas o biomarcadores de función renal. Únicamente se objetivó incremento de la GGT de un 15% pero dentro de los estándares de normalidad lo que probablemente se relaciones con el metabolismo del alcohol por la enzima ADH a nivel de los hepatocitos, lo que convierte al hígado en un órgano sensible.
               En cuánto al mecanismo fisiopatológico (2) implicado en el desarrollo de la ateroesclerosis, sabemos que el elemento básico es el acúmulo de colesterol en el interior de los macrófagos de la pared arterial y su posterior transformación en células espumosas.
               En éste sentido, las partículas HDL tienen un rol relevante en cuánto a la protección antiesclerótica promoviendo el transporte reverso de colesterol desde los tejidos periféricos con la posterior excreción de colesterol por vía hepática. En el estudio se demuestra que el consumo moderado de cerveza tradicional favorece el eflujo de colesterol inducido por HDL. De hecho, los efectos beneficiosos en cuanto el efecto antiesclerótico del HDL se aprecian con consumo bajo-moderado.
               Usando un modelo preclínico de dislipemia, se ha demostrado que el consumo de cerveza tanto sin como con alcohol, reduce el estrés oxidativo mediado por la hipercolesterolemia a través de un proceso en el que intervienen las partículas de HDL. Los ensayos en humanos también van a favor de ésta idea indistintamente de si la cerveza contiene alcohol, mejorando el efecto antioxidante del HDL (3). Además, en estudios epidemiológicos y observacionales, se ha visto que el consumo moderado se relaciona con una menor caída de los niveles plasmáticos de HDL a lo largo de los años. Particularmente en éste estudio, se ha visto que el consumo de alcohol mejora los niveles de HDL en sujetos con LDL <130mg/dL.
               La disfunción endotelial es el primer paso en el desarrollo de ateroesclerosis, habitualmente mediada por la dislipemia, En el estudio presentado no se demuestra mejoría dela función endotelial con el consumo de cerveza en pacientes obesos o con sobrepeso.
               Otros estudios con animales han mostrado que los componentes no-alcohólicos de la cerveza son capaces de mejorar la disfunción endotelial al disminuir el estrés oxidativo y restaurar la activación del eje Akt/eNOS con liberación de óxido nítrico a nivel vascular. Por lo tanto se concluye que el consumo ligero a moderado de bebidas fermentadas en dietas equilibradas puede prevenir la disfunción endotelial asociada a la presencia de factores de riesgo cardiovascular
               Estudios más antiguos habían demostrado que el consumo de cerveza era un factor protector contra la disfunción endotelial coronaria inducida por hipercolesterolemia,
Existen también otros recientes como el extraído de PREDIMED (4), que basándose en una serie de 6.627 hombres y mujeres de alto riesgo cardiovascular (55 y 80 años), han dado como resultado que el consumo moderado de bebidas fermentadas, como el vino o la cerveza, no se asocia con un mayor riesgo de FA en una población mediterránea. Además afirman, que se puede recomendar que se siga un consumo moderado de alcohol, especialmente una copa de vino en la comida, en las personas adultas mayores.
Cuando nos referimos a pacientes con enfermedad cardiovascular establecida, existen metanálisis más antiguos que han analizado la influencia del alcohol en pacientes con antecedente de enfermedad coronaria, ictus e infarto agudo de miocardio.   
En ese sentido, existe uno italiano en el que se realiza una búsqueda sistemática de artículos relacionados con el consumo de alcohol, incluyendo ocho publicaciones, que abarcan casi un total de 16.351 enfermos (en estudios prospectivos, observacionales, hasta octubre 2009). Tras llevar a cabo diversos metanálisis, los resultados que obtienen apuntan a una relación similar a la encontrada en personas sin aparente enfermedad cardiovascular (en forma de jota). Señalan una protección máxima del alcohol (media del 22%) alrededor de 26g/día, en el metanálisis en mortalidad cardiovascular; y una protección máxima media del 18%, en el rango de 5 a 10g/día en el de mortalidad por todas las causas.
Concluyen, por tanto que en pacientes con enfermedad cardiovascular conocida sucede lo mismo que en la población general, es decir, que el consumo moderado de alcohol se asocia de manera significativa con una menor incidencia de mortalidad cardiovascular y de todas las causas.
Por ello, según sugieren los propios autores, los pacientes deberían ser informados de que un consumo ligero o moderado de alcohol no es pernicioso para su salud. Sin embargo, enfatizan, los enfermos que regularmente no consumen nada de alcohol no deben ser animados a hacerlo, debido a la carencia de estudios controlados de intervención al respecto y a la dudosa ética de esta recomendación
El consumo de cerveza mejora la adaptación miocárdica a la isquemia, disminuye el estrés oxidativo y la muerte celular por apoptosis, delimita la infiltración cardíaca de lípidos y favorece el proceso de reparación de la cicatriz lo que conlleva a una reducción del tamaño de infarto y una mejora en el rendimiento cardíaco.

BIBLIOGRAFÍA



    2. Alcohol Pattern Consumption Differently Affects the Efficiency of Macrophage ReversE Cholesterol Transport in Vivo   Nutrients 2018, 10(12),1885; https://doi.org/10.3390/nu10121885

    3. Zhou, C.; Chen, J.; Zhang, X.; Costa, L.G.; Guizzetti, M. Prenatal Ethanol Exposure Up-Regulates the Cholesterol Transporters ATP-Binding Cassette A1 and G1 and Reduces Cholesterol Levels in the Developing Rat Brain. Alcohol Alcohol. 2014, 49, 626–634
      4. Primary Prevention of Cardiovascular Disease with a Mediterranean Diet. Ramón Estruch, Emilio Ros, Jordi Salas-Salvadó, Maria-Isabel Covas, Dolores Corella, Fernando Arós, Enrique Gómez-Gracia, Valentina Ruiz-Gutiérrez, Miquel Fiol, José Lapetra, Rosa Maria Lamuela-Raventos, Lluís Serra-Majem, Xavier Pintó, Josep Basora, Miguel Angel Muñoz, José V. Sorlí, José Alfredo Martínez, and Miguel Angel Martínez-González, for the PREDIMED Study Investigators.

Autora: Gemma María Canales Esteve. Residente de 4º año de MFyC.
Foto: A. Fornos


Comentarios

  1. Isoxanthohumol is a derivative of xanthohumol in the flavonoids class. It is isolated from the the roots of Sophora flavescens Ait. Isoxanthohumol exhibits antioxidant, anti-inflammatory and antiangiogenic properties. Isoxanthohumol induces apoptosis in mature adipocytes, and inhibits differentiation of preadipocytes. Isoxanthohumol

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