ESTATINAS EN ANCIANOS

La siguiente entrada al blog del GdT de Enfermedades Cardiovasculares de la SVMFIC viene a colación de la entrada Las estatinas en las personas mayoresdel 8 de abril de 2015 en el blog redGDPS .
El colectivo de personas de 75 y más años ha ido tomando un interés creciente debido al incremento de la esperanza de vida. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en España entre 1992 y 2013, la esperanza de vida de los hombres y las mujeres ha pasado de 73,9 a 79,9 y de 81,2 a 85,6 años respectivamente.
Muchos de estos ancianos están siendo tratados con estatinas, tanto en prevención secundaria como en prevención primaria. Los autores de esta entrada revisan un artículo de revisión publicado hace un año ("Prescribing Statins for Cardiovascular Disease Prevention in the Old: An absence of Evidence and an Absence of Guidelines".) que aborda la cuestión de las evidencias disponibles para la prescripción de estatinas en este grupo de pacientes así como la ausencia de guías clínicas. El estudio destaca la escasa existencia de ensayos clínicos con pacientes ancianos. La evidencia disponible procede de la extrapolación de los resultados de estos estudios en los que las conclusiones parten de de subgrupos de personas mayores con poca representación. En la entrada que comentamos se destacan estudios como el CORONA (2064 mayores de 75 años, con rosuvastatina) que no mostró mejorías en los objetivos primarios y el Heart ProtectionStudy (HPS) (5806 de al menos 70 años,con simvastatina) y el Prospective Study of Pravastatin in the elderly at risk (PROSPER, 5804 entre 70-82 años, con pravastatina) que sí encontraron diferencias en la mortalidad por cualquier causa (MCC) (solo en HPS), y cardiovascular (HPS, PROSPER).
Además, en este estudio , se destaca que en las actuales guías de práctica clínica existen pocas referencias específicas al tratamiento con estatinas en los pacientes ancianos, trasladando así a los médicos de atención primaria la decisión de tratamiento. Son muchos los factores que afectan a la prescripción de estatinas en este grupo de edad: esperanza de vida, tiempo de beneficio, capacidad funcional, efectos secundarios, polifarmacia o adherencia al tratamiento, todos ellos, necesarios a la hora de elaborar guías apropiadas de tratamientos en los ancianos.
Revisando las guías de mayor relevancia para la prevención cardiovascular:
La guia europea para el manejo de la dislipemia, recomienda la utiización de la tabla SCORE, la cual establece un límite de edad de 65 años, de forma que los pacientes mayores de 65 años son asignados a este grupo de edad, asumiendo incluso que su riesgo cardiovascular esté subestimado. Sin embargo, la guía resalta la importancia de los factores de riesgo (tabaquismo, hipertensión arterial, hiperlipidemia y diabetes mellitus) en los pacientes mayores de 65 años, así como el incremento exponencial del riesgo absoluto cuando están presentes en los mismos. Los pacientes ancianos son un grupo de alto riesgo cardiovascular que se puede beneficiar significativamente del tratamiento hipolipemiante para reducir la morbi-mortalidad cardiovascular. La evidencia en el grupo de 80-85 años es muy limitada, y el juicio clínico debería guiar las decisiones. En la guía se resalta la importancia de las interacciones farmacológicas, comorbilidades, polifarmacia y posibles alteraciones farmacocinéticas en este grupo de edad. Deben considerarse posibles efectos secundarios del tratamiento con estatinas como las mialgias sin elevación de CPK, miopatías con elevación de CPK y la infrecuente aunque severa rabdomiolisis con marcada elevación de CPK. Debería iniciarse el tratamiento con bajas dosis de estatinas e ir aumentando con cautela la dosis hasta alcanzar objetivos óptimos de c-LDL (Clase de recomendación I, nivel de evidencia C). Así mismo, en este grupo de edad es frecuente el incumplimiento terapéutico por diversas razones (coste, efectos adversos, aparición de eventos coronarios pese al tratamiento, así como la `percepción del escaso beneficio del fármaco). Se aconseja la mejora del conocimiento del riesgo cardiovascular en estos pacientes y del potencial beneficio de las estatinas para aumentar el cumplimiento. Por tanto, la guía ESC/EAS para el manejo de las dislipemias recomienda el tratamiento con estatinas en los pacientes ancianos con enfermedad cardiovascular establecida en la misma forma que en los jóvenes (Clase de recomendación I, nivel de evidencia B). Por último, el tratamiento con estatinas puede considerarse en los ancianos en prevención primaria, particularmente ante la presencia de al menos otro factor de riesgo cardiovascular (clase IIb, nivel B).
En cuanto a la Guía del  American College of Cardiology/American Heart Aassociation (2013)" para el tratamiento del colesterol, al igual que la Europea, recomienda una actitud conservadora en pacientes>75 años, si bien esta guía incluye esta edad explícitamente como determinante de la intensidad del tratamiento. El tratamiento en los pacientes de riesgo moderado (c-LDL>190 mg/dl y edad>75 años; DM valores de c-LDL de 70-189 mg/dl, edad entre 40 y 74 y riesgo PCEF (Pooled Cohort Equations Function) <7,5%, y riesgo PCEF≥7,5% ) se realizaría con estatinas de moderada intensidad. Es decir, no se utilizan estatinas de alta intensidad en >75 años e incluso en presencia de enfermedad cardiovascular documentada sería preferible de moderada intensidad.
La actual guía británica del National Institute for Health and Care Excellence sobre la evaluación del riesgo cardiovascular y la modificación de los lípidos para la prevención cardiovascular considera a las personas de 85 años o más como de alto riesgo cardiovascular tan solo por la edad, particularmente si fuman o tiene la presión arterial elevada. Sin embargo, reconoce la existencia de escasos estudios que incluyan pacientes de 80 años o más y la falta de evidencia en los beneficios cardiovasculares y en los efectos secundarios de las estatinas en este grupo de edad. El tratamiento debe guiarse por los riesgos y beneficios, preferencias del paciente y comorbilidades que puedan hacer al mismo inapropiado.
El panel de expertos de la Sociedad de Medicina Interna (SEMI) ha publicado en BMC Cardiovascular Disorders un análisis de cuestiones en el manejo del riesgo cardiometabólico en los ancianos. Con respecto al riesgo cardiovascular establece la urgente necesidad de tablas de riesgo nacionales aplicables a todos los grupos de edad aunque mientras tanto recomienda el uso de las tablas disponibles asumiendo la subestimación del riesgo en los pacientes mayores de 65 años. Con respecto al tratamiento con estatinas en prevención primaria en el grupo de pacientes ancianos, el panel las recomienda exclusivamente en los pacientes de alto riesgo con buen estado de salud. En prevención secundaria la evidencia es clara a favor del uso de estatinas en los ancianos.
Una última reflexión en el blog publicado por Mateu Seguí Díaz deja todavía más abierta la polémica . Se trata de la referencia a la conocida paradoja del RCV en personas mayores en las que un colesterol alto se relaciona con mayor supervivencia que el mismo en personas más jóvenes.
En conclusión, son necesarios estudios bien diseñados que tengan en cuenta la heterogeneidad de esta población con comorbilidades crónicas y polifarmacia. El juicio clínico debe seguir guiándonos en el tratamiento de los pacientes más ancianos.

Maria Franch Taix
Médico de Familia
CS de Trinitat

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