In memorian Toni Maiques
Mi primer contacto con Toni Maiques se produjo en el año 1995 en un acto científico de la SVMFiC. Yo acababa de dimitir del puesto de coordinador del CS Salvador Allende porque temía lo peor para la AP en los años venideros y buscaba refugio en mi consulta en la que sólo yo sería responsable de la asistencia.
Yo había oído hablar de Toni,
había leído algún artículo suyo y sabía que en ese momento era el presidente de
la sociedad. Me lo presentó J. Carlos Campos y casi sin preámbulos le dijo a
Toni que yo podía ser un buen secretario para la Junta Directiva. Era una
propuesta curiosa, sobre todo porque en ese momento yo no era miembro de la
SVMFiC!!! Pero Toni debió fiarse de mi avalista y una vez solucionado el asunto
de la afiliación pasé a ser secretario de pleno derecho.
Desde ese momento mi relación con
Toni ha sido constante aunque con distintos grados de intensidad. Hemos
coincidido en grupos de trabajo cardiovascular, gestión; hemos coincidido en
tareas directivas; hemos coincidido en actos científicos, docentes,
investigaciones. En todas esas ocasiones siempre he tenido el mayor de los
respetos por las opiniones que Toni ha expresado, incluso en los casos en los
que no coincidían con las mías; su conocimiento de la AP, su mesura y su
cordialidad al expresarse eran razones sobradas para que hubiera que prestar
atención a todo lo que decía.
La SVMFiC debe mucho a algunos
médicos de familia que se han esforzado por consolidar la especialidad y por
asentar la Atención Primaria en nuestro sistema sanitario, sin dudad Toni ha
sido uno de los más destacados. No es frecuente unir en una persona un gran prestigio
profesional a una actitud de defensa de un modelo sanitario como el basado en
la Atención Primaria y Toni era una de ellas.
Lamento profundamente su muerte
como amigo y como compañero
Alvaro Bonet.
Toni formó parte de nuestro grupo durante un largo periodo de tiempo hasta que se detectó su enfermedad, iluminándonos durante todo este tiempo con inmenso caudal de conocimientos y especialmente con su bonhomía. Siempre con esa sonrisa tan suya, entre socarrona y sabia, calmada. Esa sonrisa que permanecerá siempre entre nosotros...
D.E.P Toni
Pues asentada no está. En absoluto
ResponderEliminar