¿SABEMOS UTILIZAR LOS NUEVOS ANTICOAGULANTES ORALES EN PACIENTES CON FIBRILACIÓN AURICULAR NO VALVULAR?




Es importante tener en cuenta en el seguimiento de nuestros pacientes anticoagulados  con nuevos anticoagulantes orales (NACO), por fibrilación auricular no valvular : el cumplimiento terapéutico, el riesgo de tromboembolismo y de hemorragia, otros efectos secundarios de los fármacos anticoagulantes, la medicación concomitante que toma  y los controles que debemos realizar según la hemoglobina, la función  renal y hepática y con qué periodicidad (según la edad del paciente y el aclaramiento de creatinina).
            La combinación de fibrilación auricular (FA) y enfermedad de las arterias coronarias es muy frecuente, constituyendo  una situación compleja, al combinar el  tratamiento anticoagulante y antiagregante,  aumentando la mortalidad.
            Podemos encontrarnos con tres escenarios distintos:

1.- Tratamiento del síndrome coronario agudo (SCA) en pacientes con FA en tratamiento con NACO:
            La combinación de fármacos antiagregantes plaquetarios  con fármacos anticoagulantes aumenta el riesgo de hemorragia mayor. El tipo y el nivel de anticoagulación, así como el uso de un antiagregante plaquetario simple frente a la terapia dual antiplaquetaria y su duración deben individualizarse en gran medida, en función del riesgo aterotrombótico, el riesgo cardioembólico y el riesgo hemorrágico utilizando escalas válidadas.
            Los NACOs, tienen una semivida breve, la toma de la última dosis influye en la elección y momento de la administración de los anticoagulantes para  el SCA y durante el tratamiento invasivo.

Las recomendaciones relativas al tratamiento de los pacientes con FA tratados con un NACO que presentan un síndrome coronario agudo (SCA):

1. Suspender temporalmente el NACO en el momento de la presentación
2. Iniciar de inmediato la doble terapia antiagregante plaquetaria (DAP) en el momento de la presentación clínica, a menos que se trate de un paciente frágil con un riesgo hemorrágico elevado (solamente ácido acetilsalicílico; retrasar la DAP hasta que haya desaparecido por completo el efecto anticoagulante del NACO). Salvo en el caso de que el paciente sea alérgico a ácidoacetilsalicílico, no se recomienda el uso de clopidogrel en monoterapia en el contexto agudo
3. Dosis baja de ácido acetilsalicílico (150-300 mg en dosis de carga; 75-100 mg/d posteriormente), preferiblemente combinado con un inhibidor del receptor de ADP (se prefiere ticagrelor o prasugrel a clopidogrel).
4. Una vez desaparecido el efecto anticoagulante del NACO, debe iniciarse la anticoagulación parenteral. Se prefiere el uso de fondaparinux en el SCASEST dado su menor riesgo hemorrágico.
5. En caso de IMEST, se recomienda claramente una ICP primaria en vez de la fibrinólisis.
a) Si la fibrinólisis es el único tratamiento de reperfusión disponible: evitar el uso de heparina no fraccionada (HNF) o enoxaparina hasta que haya desaparecido el efecto del NACO
6. En caso de SCASEST:
a) Si no hay urgencia, retrasar la angiografía coronaria hasta que desaparezca por completo el efecto del NACO.
b) Anticoagulación periintervención según la práctica clínica local (preferiblemente HNF o bivaluridina).
7. En caso de ICP:
a) Se prefiere un abordaje radial ya que reduce al menos el riesgo de hemorragia en el lugar de acceso.
b) Si es posible y está indicado, una angioplastia con balón, sin implantación de stents reduce significativamente la necesidad de triple terapia (prolongada).
c) Los stents metálicos sin recubrimiento reducen al mínimo la duración de la terapia combinada doble o triple y en general se prefiere su uso.
d) Uso de anticoagulación parenteral adicional, con independencia del momento de la administración de la última dosis de NACO.
e) Dada su breve semivida y el riesgo de hemorragia reducido, se prefiere el uso de bivalirudina periintervención. Suspenderla de inmediato tras la ICP.
f) Evitar los inhibidores de glucoproteína llb/llla a no ser que se trate de una situación de tratamiento de rescate.
8. En los pacientes que necesitan una revascularización (amplia), podría preferirse la cirugía para evitar una triple terapia prolongada.
9. Al reiniciar el NACO, debe contemplarse una posible reducción de la dosis según el riesgo hemorrágico y aterotrombótico, yse intentará utilizar durante el menor tiempo necesario la terapia combinada doble o triple
10. Los nuevos antiagregantes plaquetarios prasugrel y ticagrelor no se han evaluado con el empleo de ACO o NACO, salvo que haya una necesidad clara para ello ( p. ej: trombosis de un stent, en pacientes tratados  con AAS y clopidrogrel) . Puede ser prudente esperar a que se disponga de más datos antes de combinar estos antiagregantes plaquetarios con NACOs.
SCA = síndrome coronario agudo; SCASEST= Síndrome coronario agudo sin elevación del ST; ICP = intervención coronaria percutánea. 
                 
En los pacientes estabilizados, la anticoagulación puede iniciarse después de haber suspendido de forma segura la anticoagulación parenteral.
                        a) Es razonable reiniciar   el tratamiento con el mismo  NACO en los pacientes  en los que había una indicación para el uso de un  NACO en vez un antagonista de la vitamina K (AVK).
                        b) Al reiniciar el NACO, debe contemplarse una posible reducción de la dosis según el riesgo hemorrágico y aterotrombótico.

            El periodo de tratamiento antiagregante plaquetario adicional debe mantenerse probablemente lo más breve posible.
a)     De 1 mes para un stent metálico sin recubrimiento (SM) a 6 meses o incluso 3 meses para los stents liberadores de fármacos bioabsorbible (SLFB) después de la ICP.
b)     A continuación, podría considerarse el uso de un AVK o un NACO en monoterapia en los pacientes con un riesgo aterotrombótico bajo o intermedio y un riesgo hemorrágico moderado o alto.

2.- Tratamiento del paciente con un SCA reciente (< 1 año) que desarrolla una FA de nueva aparición.
Las Recomendaciones relativas a la FA de nueva aparición en pacientes con SCA reciente (< 1 año):
1. En pacientes con un riesgo aterotrombótico bajo o moderado (riesgo GRACE < 118), podría contemplarse el uso de un AVK en monoterapia después de 1 a 3 meses (o 6 meses en caso de SLF), sobre todo cuando el riesgo hemorrágico es alto (HAS-BLED ≥ 3).
2. En pacientes con un riesgo aterotrombótico alto (riesgo GRACE > 118), podría ser necesario un solo tratamiento antiagregante plaquetario adicional (preferiblemente clopidogrel), sobre todo cuando su riesgo hemorrágico es aceptable (HAS-BLED < 3).
3. Una doble antiagregación plaquetaria sin anticoagulación adicional podría ser una alternativa en los pacientes con un puntuación CHA2DS2-VASc baja (es decir, ≤ 1) pero con un riesgo aterotrombótico residual elevado (es decir puntuación de riesgo GRACE > 118)
4. Si estuviera indicado un NACO, podría preferirse un inhibidor de FXa teniendo en cuenta el aumento pequeño y no significativo del riesgo de infarto de miocardio (IM) con dabigatrán, pero esto debe ponderarse en comparación con el efecto clínico global observado (que no se descartó con dabigatrán).
5. Si estuviera indicado el uso de dabigatrán, podría preferirse una dosis inferior (110 mg dos veces al día), en combinación con ácido acetilsalicílico a dosis bajas o con clopidogrel.
6. Las dosis ultrabajas de rivaroxabán (2 x 2,5 mg/d o 2 x 5 mg/d) en combinación consingle o  DAP  1,6,12 meses de antiagregación, en el estudio Pioner AF-PCI,objetivó una disminución de hemorragias mayores o menores sin deferencias en efectos trombóticos comparados con la terapia convencional. 1

           
3.- Paciente con un  enfermedad de las arterias coronarias (EAC) estable  (SCA >1 año antes; SMSR electivo >1 mes; SLF > 6 m) desarrolla una FA.
Es probable  que las ventajas del NACO (en monoterapia) respecto al AVK se mantengan en los pacientes con EAC que presenta una FA.
Los pacientes tratados con dabigatrán  que presenta riesgo hemorrágico bajo y un riesgo aterotrombótico alto, cabría considerar la adición con  AAS a dosis bajas, aceptando que ello eleva el riesgo  hemorrágico  en aproximadamente un 60%.

Recomendaciones  relativas a la FA de nueva aparición en pacientes con  SCA (>1 año):
1. Dado que los AVK solos son superiores al ácido acetilsalicílico tras el SCA, la anticoagulación sin adición de antiagregantes plaquetarios se considera suficiente en la mayor parte de pacientes con FA y una EC estable
2. Dado que es probable que las ventajas del NACO sobre el AVK se mantengan en los pacientes con EAC estable y FA, los NACOs pueden ser una alternativa segura y eficaz frente a los AVK.
3. En general, no se ha establecido una preferencia para ningún NACO concreto.
4. Si se opta por dabigatrán, una dosis inferior (110 mg dos veces al día) más ácido acetilsalicílico a dosis bajas podría ser una opción razonable (o clopidogrel en caso de alergia al ácido acetilsalicílico).
SCA = síndrome coronario agudo: EAC = enfermedad arterias coronarias.

Bibliografía:

Autora: Manuela De Vicente. Médico de familia CS. Ingeniero Joaquin Benlloch.
Foto: Antonio Fornos.

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